Alicia

Corrían los años 80 y para entonces compartíamos un apartamento en los Manolos un sector de los Teques, mi hermano Esteban había comprado un jeep amarillo y veníamos muy temprano hacía Caracas, donde compartíamos trabajos y estudios. Luego sobre las 9 de la noche, regresábamos al frío hogar y casi siempre lo hacíamos por la carretera Panamericana. Hubo unas semanas donde a mi hermano le tocó subir la oscura carretera sin mi, ya que estuve de viaje. Un lunes contaba el, mientras cargaba gasolina, observó una chica con un bolsito que al parecer estaba pidiendo una colita, había neblina y la noche estaba sola, el arrancó y ella le saco la mano, defendiéndose el pregunto donde iba, ella le dijo hacía Carrizal y como estaba en el camino le abrió la puerta y emprendieron la marcha. Lo primero que el percibió de ella, fue el olor a naftalina y mentól, mientras avanzaban ella se veía tímida y hasta temerosa, mi hermano cuenta que le comenzó hablar y ella de apoco fue tomando confianza. Dijo llamarse Alicia y tenía una revista entre sus manos que abría y cerraba sin leer, era rubia y muy pálida, usaba un gorrito y un abrigo gris con unas botas marrón. Era natural para esos tiempos el frío en la zona era bastante, llegaron a la vieja alcabala, justo donde vendían los deliciosos golfeados de Carrizal, ella pidió bajarse el se detuvo, se despidieron y mi hermano fue a casa. Luego el martes la volvió a encontrar, al lado de la estación de servicio y de nuevo le ofreció llevarla, la misma vestimenta y la revista en sus manos. Así se repitieron los encuentros hasta la noche del viernes, en esa semana ella no hablo mucho, sólo que vivía en la zona y estaba recién casada cuando mi hermano la dejo en su parada, Alicia le dio la mano y se despidió mirándolo de una manera triste y dándole las gracias. Se perdió en el oscuro camino que da hacía unas residencias, luego volteando dijo adiós. El cuenta que arrancó, noto que había dejado la revista arrugada que siempre traía en sus manos, la tomo y la metió en la guantera. Luego el sábado mientras lavaba su jeep por fuera y por dentro, mientras limpiaba la guantera observó la revista dejada por la muchacha, al tomarla se sorprendió al ver su fotografía en la portada y el cuerpo destrozado a machetazos de una mujer. El titular decía: Marido celoso asesina a su esposa por celos.

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