Arbeláez y la Bruja de Polín

Esa noche de bailorio, Arbeláez a petición de los presentes y con unos traguitos encima se animó a contarnos un pasaje que le sucedió cerca de la represa de POLIN. Sería cerca de la media noche y como siempre venía en su Jeep Willys rumbo a su tierrita, de repente dice se atravesó una extraña mujer en la carretera y no le quedo si no detenerse y estrujándose los ojos la vio como se le acercó lentamente, el como buen hembrero no se achicopalo y por el contrario, puso pies en tierra y se le acercó para tantearla y ver si podría darle su revolcón. La mujer algo misteriosa se le arrimo y el de inmediato la rodeo con el brazo atrayéndola muy cerquita, pero al sentirla tan fría y hedionda de inmediato se subió al Jeep y pensó no será está mujer la Bruja de POLIN ave María Purísima y de inmediato se persigno y tomo su Cristo del Nazareno entre sus manos. La Bruja sonrió y mirándolo le dijo no te equivocas Arbeláez yo soy la misma, te espere pues te quiero proponer un negocio entre tu y yo. Caráche decía el pariente que rápido le dijo le dijera de que se trataba y está le respondió que ya estaba cansada de descansar esos solitarios caminos y que necesitaba que el desenterrara su cuerpo, la llevará al cementerio del pueblo y le diera cristiana sepultura. El asombrado le pregunto que ganaría el a cambio por el favor, ella le juro lo recompensaría con morocotas tan valiosas como las que les había robado a los duendes de TUCUPIDO. El pensó que hasta entre los espantos se corrían los chismes, aceptó el trato y la mujer le mostró el mogote donde yacían sus restos en un viejo ataúd de pesada caoba. De inmediato encendió una lámpara y desenterró el féretro, al destaparlo contaba que entre los huesos de la muerta encontró muchísimas morocotas de oro puro. Las colocó en un saco y monto el cajón de madera en su Jeep y salió con rumbo al viejo cementerio de Zaraza donde lo llevo a un extremo y cabo un enorme agujero, ya casi amaneciendo lo empujó como pudo y lo cubrió con tierra Santa. LOS presentes le celebran el cuento y el aseguraba sonriendo que esa noche le dio paz a la Bruja de POLIN y se hizo rico una vez más.