Bartolo Vivo Bartolo Muerto #6

Braulio el incrédulo, era el nuevo dueño de la vieja casa de BARTOLO. La había comprado a buen precio al señor Carlos, quien decidió venderla por los ruidos y azotes de peroles en las noches, Braulio no creía en muertos y como era Apureño decía no temerle a nada ni a nadie. Una tarde jugó su zambo en la gallera y este lo hizo dueño de un bonito rucio, se lo trajo al patio de su nuevo hogar y estaba contento porque tenía una racha ganadora. Una noche llegó medio borracho y se acostó, al rato el animal comenzó con unos relinchos como de bestia asustada, pensó que de seguro le querían robar el caballito y se atrevió a salir al patio. Lo hizo con su afilado machete, de repente vio a un hombre moreno sobre el rucio, EPA amigo esa bestia tiene dueño le dijo a Bartolo. El difunto lo miro con ojos de fuego y le respondió lo siguiente: Gua chico está es mi casa y ahora este es mi caballo. Braulio de una le lanzó el machete que atravesó al espíritu, sin hacerle ningún daño. De inmediato el difunto se abalanzó sobre el Apureño , golpeándolo repetidas veces hasta dejarlo inconsciente en el piso. Al otro día Braulio despertó adolorido y confundido por lo que había sucedido, no podía creer que el espíritu lo había atacado con tanta furia. A los vecinos les contó que fue víctima de ladrones, que entraron a robarlo, nadie le creyó el cuento y seguros estaban que la golpista se la había propinado el despiadado espectro de BARTOLO. La imagen puede contener: caballo, exterior y naturaleza

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