De día los vecinos del caserío lo transitan tranquilamente, pero al llegar la noche nadie se atreve y el motivo de tal temor, es el jinete que cabalga en una bestia negra, desde donde inicia el camino de tierra, hasta la quebrada oscura. Lisandro fue el primero en probar la furia del jinete, esa noche el mismo contaba antes de morir de calentura en su casa, como se topó de frente con el ESPANTO y enseguida lo embistió tirandolo por el barranquito de la quebrada, cuando trato de huir por la maleza, lo espero en el terraplén y le propinó una brutal paliza, la cual a la postre le costó la vida. Cuando la gente escucho sus gritos de auxilio, acudieron para ayudarlo y el como pudo les contó lo sucedido, tenía fracturado brazos, piernas y la espalda baja, la cabeza le sangraba por los golpes de los cascos de la bestia y los garrotazos del fantasmagórico personaje. Duro apenas 2 días y falleció aterrado por lo que le había sucedido, en el velorio la gente se asustaba al ver que el difunto quedó con los ojos bien abiertos y pálido como un papel. La viuda de la impresión se fue con sus muchachos de CUJISAL, desde entonces todos tienen el temor en los rostros, ahora nadie sale de noche a las calles y menos al camino, donde aseguran el jinete está esperando a su próxima víctima, para descargar en el toda su furia y enviarlo a los infiernos, donde dicen colecciona las almas buenas para redimirse ante su amo Satanás. Si usted cree que esta historia es puro cuento, pregúntele a la gente de por aquí y ellos le dirán lo mismito que aquí les conté.
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