Esa noche todos esperaban ansiosos, El viejo Aníbal Ron. Contaría el cuento del velorio de Felizola el tigre del Guárico en su fundo Matas Altas. Luego del saludo el doncito sentado en una silleta comenzó el relato: esa noche no cabía un alma en matas Altas, había venido gente de todas partes del país a cerciorarse si era cierta la noticia del asesinato de Nicolás Felizola. de Bolívar, Apure, Caracas y por supuesto de pueblos y caseríos vecinos habían venido muchos patas en el suelo, pero también habían llegado muchos ricos hacendados, políticos y hasta militares de altos rangos. la mayoría enemigos del difunto y mucha gente que le debían plata y otros favores; unos celebraban aquella muerte, otros lloraban pues sentían que a pesar del carácter de hombre fiero el los había ayudado a levantar sus familias dándoles trabajo. en más de una ocasión Felizola les repartió real a los campesinos y hasta ganado a medias les daba, nadie entendía porque lo hacía. Pero esa noche muchos lo atestiguaron, mientras otros callaban sus deudas. sus rivales festejaban con whisky y decían que a esa hora ya habría matado al mismísimo mandinga pa apoderarse del infierno, su mal proceder y ambición desmedida comentaban otros había sido la causa de su muerte. solo sarna le faltaba pa rascarse comentaba el viejo Ron. fue el velorio más concurrido y que haya reunido a tanta gente tan diferente en un mismo lugar. Los cuenta cachos se lucieron aquella noche relatando las aventuras del tigre de matas Altas. sus bondades y virtudes que por supuesto tenía, pero más pesaban sus supuestos asesinatos que quedaron impunes. si bien era cierto que en más de una ocasión fue preso, no era menos cierto que salía en libertad al poco tiempo. según decían todos le debían favores en todas partes. Carlitos Gonzáles coplero zaraceño hizo muy popular el corrido sobre la vida y muerte del hombre más temido en los Llanos del Guárico. el tigre de matas Altas Nicolás Felizola el indomable.
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