Cuentos de Velorio #2

Esto ocurrió en Villa de Cura en una noche de velorio, cuentan que la difunta era Mercedes Guache a quienes todos conocían como la bruja meche; una mujer de mala reputación y con una enorme verruga en el mentón que le daba un muy mal aspecto, además que era famosa en aquel pueblo por sus hechizos, brujerías y además porqué vivía en un viejo rancho lleno de gatos negros, zamuros y  hasta tenía en el patio otros objetos relacionados a su oficio, como murió a ciencia cierta nadie lo sabía solo apareció tiesa en la puerta de su casa, la mayoría de sus vecinos le temían pues era muy mala y había jurado volver después de muerta para fregarle sus vidas. por lo que decidieron que no podía ser enterrada sin antes ser cremada y por supuesto bendecida con agua bendita por el cura de la villa. esa noche en un terreno baldío el ataúd hecho de viejas tablas fue rociado con querosén y prendido en candela; cuenta la historia que se escuchaban los gritos de la mujer a medida que la consumían las llamas. Y los vecinos espantados pero llenos de valor y fe, rezaban sin parar tratando de aplacar el alma endemoniada de la bruja Mercedes y cuentan los mas viejos que el cielo oscureció por completo y tronaba y relampagueaba y un fuerte viento azoto los techos y se podían oír a lo lejos las laminas de zinc sonar y muchas salieron volando por el lugar. Y a medida que transcurría el tiempo dejaron de oírse aquellos espantosos alaridos y del ataúd nada quedo solo cenizas que luego fueron recogidas y una vez mas regadas con el agua bendita, siendo enterradas esa misma noche en el viejo cementerio. Volvió la paz al pueblo pues la bruja había muerto y su viejo rancho fue destruido por completo y liberados sus gatos, pero a partir de ese suceso por las noches comenzaron a caer cosas pesadas en los techos que los hacia pensar que la difunta había vuelto para aterrorizarlos; y así seria sobre todo a los que andaban en el pueblo de noche, muchos fueron golpeados y hasta azotados por Meche y en las casas se metía y pellizcaba a los que dormían; su ira estaba dirigida a todos aquellos vecinos que estaban cuando fue quemada, comentan que tuvo que venir el obispo desde Maracay para poder acabar con aquellos extraños sucesos paranormales que azotaron a la villa por mucho tiempo y que a través de un exorcismo hechos a las cenizas de la mujer esta pudo descansar en paz....

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