Cuentos de Velorio # 3

Esa noche velaban a un hombre de las mayitas que había sido muy malo con la madre, se llamaba Apolonio y acostumbraba darles palizas a su pobre madre, una viejita que trabajaba duramente lavando y planchando la ropa ajena para darles de comer a sus hijos, que ya eran hombres y mujeres pero no la querían y la golpeaban y obligaban a traerles comida y bebida del pueblo; y resulta que a su hijo mayor lo había mordido una cascabel y tenia días agonizando en la destartalada casa materna y las piernas se le inflamaron y el pobre cristiano no se terminaba de morir y en el pueblito ya los vecinos y familiares habían dispuesto todo, pero les faltaba el muerto y luego de mas de una semana tuvo que venir el padre Nicanor a darle la extrema unción y ese día por fin murió; cuentan los ancianos que a media noche mientras unos contaban historias y otros bebían el roncito de costumbre y otros bebían el chocolate, el muerto y que pego un grito y se levanto del cajón y pidiendo que trajeran a la viejita que el tanto maltrato para que lo perdonara y el poder descansar en paz, y así fue la pobre madre lo perdono y accedió a lo que el difunto le pedía que era le diera una gran paliza con un mandador y esa noche la madre y que descargo soberana chaparreada al muergano y cuenta la leyenda que duro tres noches con sus días dándole al hijo y por supuesto todo los ciudadanos del pueblo le dieron hasta con el tobo y justo al tercer día Apolonio estiro la pata, y este fue el velorio mas largo que se conoció por las mayitas y que sirvió como advertencia para todos aquellos que son malos hijos y a la hora de morir sufren y pagan lo que les hicieron a sus padres en vida.



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