Cuentos de Velorio #7

DON ULPIANO CABEZA, EL baquiano como todos le decían contaba que el mejor repelente para las culebras de tierra o de agua era la oración de San Cipriano; San Cipriano redentor protector de todo el llano... aléjame a la culebra que nunca muerda mi mano... en el agua o en la tierra por donde pasen los humanos... que sea mansa e indefensa... se lo ordena San Cipriano... se repite 7 veces decía el viejo llanero cuando sientas que la serpiente te acecha, eso sí remataba Ulpiano tienes que hacerlo con fe. Verás como se duermen y no se te acercan. Si no Fíjense en este caso que me paso en los aguasales: venía yo con mi mujercita pa' Camaguan en mi vieja carreta, gua estaba que paria a Evaristico el mayor. de repente me dice mijo estoy pariendo, bendito sea mi Dios. salto Patras donde la traía Acosta y ya venía soltando el muchachito. bueno pues como pude la ayudé, cortando la tripa del ombligo, y limpiando la criaturita que pegaba lecos por haber venido a este mundo cruel. Al cabo de un rato la mae lo puso a mamá teta y quedó todo en silencio, de repente mi mae sentimos que algo empujaba la carretica como pa' voltearla creo yo. Cuando me asomó pues aún había luz del día, miren parientes era un gran rollo de pitón o como las mientan por los Llanos de Apure tragas gente. Ave María Purísima ya tenían la bestia a punto de matala; cuando me dice la mujercita mía Ulpiano de por Dios invoca a San Cipriano. de inmediato me acordé de la oración que recite de rodillas peros bien chorreado, Al poco rato compañeros no quedaba ni una sola bicha, por vida e' Dios se los digo. Salieron ahuyenta' toiticas. Así pude salí de aquel trance con vida y con mi familia completica. Aplausos de la audiencia celebraban aquel magnífico relato de velorio del baquiano...