Esa noche siguió en turno, Ponciano Goitia el veguero: Con el permiso del difunto y los familiares, les voy a relatar parientes como de vaina no me trago la serpiente más temida de todos estos montes gua la Traga Vena. resulta que una tardecita yo venia a patica de la veguita que está cerquita del Unare, cuando me ataca una pesadez en el cuerpo y de repente chico hasta unos mareos estaba sintiendo, por lo que decidí meterme debajo de un apamate florido, gua mientras me pasaba el soponcio. resulta y acontece que me he quedado rendido, al ratico comenzó la soñadera que y que andaba por un lugar muy pero muy bonito ñeros. donde todo eran chorros de agua cristalina y había muchos pavos reales y gallinetas y hasta unos venados mansitos los condenados: cuando de repente me consigo con un doncito con una batola muy blanca chico y limpiecita. tenia una gran barba muy blanca y un manojo de llaves en su mano derecha, el don se me queda mirando y me dice: gua Ponciano que haces tu por aquí si entoavia no se te ha mandado a buscar? En eso me disperté y bendito sea el creador que es esto me dije, una gran traga vena me tenía enrollao de pies a cabeza listo pa tragalme. ay Dios querido comienzo yo a resistime, pero que va mis hijos la fiera más me apretaba, en eso recordé primo que en el bolsillo del pantalón calgaba un potecito con Chimo de ese que uno acostumbra a chupa cuando anda medio inquieto. ahí mismito como pude lo saqué con la mano que había logra zafalme del animal y con la boca lo destape. coji una pella que rápido se la escupi en la bocotá a la fiera. mire mis hijos ese animal comenzó a desenrollarse de mi y ha salido manda rumbo al río pegando unos bufios bien malucos. caramba como pude me levanté to mayugao dando gracias al creador primeramente, y al pote he Chimo andino ese que sabe a diablos, pero que esa tarde me salvó la vida .la audiencia premia al veguero con aplausos por tan extraordinario cacho, mientras el seca el sudor de su frente.


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