EL ÁNIMA DEL MONTE

 En estos lejanos campos, llenos de misterios corren muchas leyendas de espantos. Una que siempre cobra vida en estos días santos es la de la mujer que vivía sola en el monte y murió en su rancho, víctima de una terrible enfermedad. Desde entonces la mujer comenzó aparecer en los caminos y la gente enferma o necesitada comenzó a ofrecerle velas a cambio de salud y otros favores. Comenta Doña Úrsula que las animas, son las almas que por alguna razón están condenadas al purgatorio. Al parecer su mayor deseo es salir de allí, por lo tanto aseguran que la luz les alivia las penas y sufrimientos. Al pactar con ellas se debe cumplir con lo prometido, si no vendrán y harán ruidos mientras duermes o tocarán tus pies o halarán de tus cabellos fuertemente. Lunes es el día de las ánimas y debes encender la vela ofrecida, de esa manera ella te cuidara de enemigos, de peligros de muerte, sanara tus males físicos y hasta podrían darte riquezas. En cují negro ronda al caer la oscuridad el ánima, que busca desesperada con quien hacer pactos. las personas con baja autoestima, solitarias, de mal carácter, que sufren por todo, que viven quejándose de la vida que tienen, que se enferman a cada instante dicen ser las preferidas por ellas, pues su mala energía y baja vibración energética las hace vulnerables. Las animas del purgatorio existen y eso lo afirman quienes son facultos espirituales ellas te pueden hacer mucho bien, pero también buscan apoderarse de tu cuerpo y energía desapareciendo tu espíritu y robando tu esencia y tu alma. No es juego según la Doña, en días santos buscan desesperadas quien las ayude a salir de ese terrible purgatorio. Es decisión de cada persona si pacta o no con ellas, pero cuidado luego no te vayas arrepentir. Unas pueden ser inofensivas, pero otras suelen ser usadas para hacerle daño al prójimo Doña Úrsula,  dice haber sacado ánimas que trataron de apoderarse de jóvenes mujeres. Ellas saben que está Doña es espiritista y tiene el don para combatirlas cuando se quieren apoderar de un cuerpo. Bendito sea Dios que nos libra de todo mal y peligro Amén.