Ese camino nace en la puerta del banco y finaliza en el rio Unare, contaba el difunto Felizola que el maldijo dicho camino, pues aquí le tendieron una emboscada donde recibió 7 tiros y milagrosamente no murió. Eso lo atestiguan el viejo Melecio y el viejo Eustaquio quienes auxiliaron a Felizola y lo llevaron en un viejo camioncito hasta Zaraza, donde lograron salvarle la vida. Contaban que el tigre de Matas Altas andaba Hembreandole la mujer a un Coronel de por aquí mismo y este lo tiroteo y abandonó creyéndolo difunto, luego se comentó que Felizola lo mato en un botiquín del Chaparro, pueblito del Estado Anzoátegui. Desde esos años cuentan que comenzaron a desandar por este camino, los difuntos de por estos lados, entre ellos el viejo Agapito, la viuda del doctor, la mujer que se desnudó al caer del caballo y ahora el tigre de barrialito Ponciano Cabeza. Domingo Jaramillo asegura haberlos visto, justo donde está el falso debajo del Corozo y cuenta que menos mal venía en su máquina rajando el barro parejo, pues si no se hubiese infartado ante la presencia de esos espíritus en medio del camino inundado. Los vecinos que en verano utilizan este camino, han decidido desecharlo en invierno, alegan que entre el agua y el barro, más los difuntos desandando prefieren irse por el viejo caminito del río que lleva al Chaparro.
1 comentarios:
Que bueno, gracias Jaime, me encantan esas leyendas de aparecios y nombres conocidos como Felizola, el mandamás de Zaraza, el comerciante, el productor y enamorado, hasta que llegó un peon y lo mandó pal otro lado.
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