La semana pasada nos visitó en la casa del pueblo, el tigre de Barrialito don Ponciano Cabeza a quien hacía tiempo no veía por estos lares. Resulta que llegó a buena hora y almorzamos en casa, luego en el patio nos pusimos a charlar y de inmediato me hablo del camino que del campo que ambos hemos compartido por muchos años, bueno el mucho más pues anda sobre los noventa y aún sigue lucido . Gua primo resulta que en ese camino, según el se ha topado con más de un vecino ya difunto, al decirle que suelte el cacho el don suelta un escupitajo de Chimo y se acomoda en la silleta. Bueno catire me dice el doncito, la última difunta que encontré allí mismo en la puerta del Banco fue a Doña Petra la viuda del doctor Natera, estaba vestida de negro y no despegó la vista del piso, que le parece. La reconocí de inmediato y le dije buenas tardes doñita y usted que anda haciendo por estos caminos tan solos? La mujer comenzó andar y al rato me respondió: Gua don Ponciano buscando pa la casa antes que caiga el palo de agua. La mueca dice el viejo que de inmediato se persigno y apuro el burro, dejándola atrás y al llegar al rancho de inmediato le prendió luz y le puso un vaso con agua a esa ánima extraviada. También aseguró haberse encontrado con don Agapito un viejo vecino del lugar, que murió de una pica de cascabel, este le dijo que no encontraba el camino hacía su vieja casita, donde vivió toda la vida. Esa tarde don Ponciano se desbordó contando sus encuentros con los difuntos, lo curioso es que estos encuentros siempre se producen sobre las 3 pm donde muchos aseguran que se abren algunos portales, dando acceso a este plano a las almas que ya partieron. Al preguntarle si no le da miedo tantos encuentros con difuntos, el viejo sonríe y asegura que cuando llegue su hora de seguro se dejará ver en el camino en busca de su ranchito.
0 comentarios:
Publicar un comentario