El Canto de las Ranas y los Sapos

 Ayer tarde la sabana fue regada por un aguacero, que la oscureció temprano y nos recogió a todos en nuestros chinchorros. Cada quien se acostó temprano, luego de cenar y tomar el café recién colado. Así hay días donde no hay mucho de que conversar, simplemente prefieres recostarte y de esa manera reflexionar un poco y escuchar los ruidos de los alrededores. Anoche las ranas y sapos, se pusieron de acuerdo en darnos serenatas y llegó un momento donde la noche se volvió sola, fría y triste. Estas son las cosas que suceden en el invierno y te congelan el alma. En verano cuando los caminos están secos y los árboles retostados, las chicharras inundan las sábanas con su triste y ensordecedor canto. Es el contraste en la llanura y ahora la sabana inundada nos moja los caminos y reaparecen las goteras y los bichos e insectos que se pegan de bombillos y revolotean alrededor de las lámparas de gasoil. Bendita llanura inmensa...entre barros y pantanos...cantan alegre las ranas...con los sapos sus hermanos...entristeciendo las vidas...de llaneros y baquianos...que se acuestan tempranito...con un cuatro entre sus manos...soltando sus penas...desamores y desengaños...desamores y desengaños.

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