El Eterno Viajero

 Por caminos y sábanas aún se pueden ver en su eterno peregrinar, sus lentos pasos pueden engañar a muchos depredadores y creer que el Morrocoy es presa fácil. En cierta ocasión veníamos del fundo " Las Iguanitas" para entonces propiedad de mi suegro ya fallecido, serian las 5:30 de la tarde y el camino lucía totalmente desierto de repente observe un Morrocoy enorme en medio del camino polvoriento, le pedí a mi suegro detuviera la toyota y el por supuesto protestó pero se detuvo. Me baje y pude observar muy cerca aún viejo Zorro que rápidamente intuí trataba de comerse a nuestro amigo el Morrocoy, de inmediato pensé en montarlo en el carro y traerlo al pueblo, pero se que mi suegro como llanero viejo no estaría de acuerdo. Entonces lo tome y lo arroje entre unos árboles al otro lado de la cerca y para mala suerte cayó entre unas horquetas y allí quedó atrapado, mi suegro ya molesto tocaba la corneta apurándome para irnos y observando lo ocurrido. De nuevo insistí y traspase la cerca llegando hasta donde permanecía atrapado el conchudo animal que patas hacía arriba y con el pescuezo estirado me veía como pidiendo mi ayuda. Al final lo tome y pude sacarlo, colocándolo en la tierra y desde lejos el malvado zorro con la lengua afuera esperaba a que me fuera para atacarlo. Luego de apoco lo vi alejarse y subí a la camioneta con mi suegro que no comprendió el porque de mi accionar a favor del eterno viajero de nuestras sábanas y potreros. Para su tranquilidad los zorros y otros depredadores, la Mayoría de las veces se marchan y los dejan tranquilos al no poder abrir sus durísimas conchas.

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