Santos Montiel es un llanero de noventa y tantos años, el asegura haber tenido un encuentro con el espíritu del dueño de Matas Altas. Esa noche cuenta el doncito, venía rumbeando hacía la casa de Venancio, un nieto que había sido tirado por su caballo y estaba muy mal de salud. Resulta que cuando se aproximaba al falso que colinda con Matas Altas, lo encontró abierto y se dispuso a traspasarlo, la luna estaba clara y pudo ver claramente un jinete sobre un caballo negro que respingaba. De los belfos del animal salía una especie de humo que le erisaron la piel, le pareció reconocer aquel jinete que callado lo observaba, bajo la oscura sombra de un Corozo. Quien vive dijo el viejo ? De inmediato una voz familiar le respondió: carajo Santos entoavia trochando estos caminos, ya no tenía dudas era el tigre de las sábanas Guariqueñas. Gua Nicolás y usted como que anda en lo mismo, contesto el doncito. Cosa grande se difunto viejo y ve como marchan las cosas en estas tierras. Santos no lo podía creer y pensó se tratará de algún mal sueño, dice que el jinete dio media vuelta y siguió camino hacía la que fue su casa. Esa noche no se atrevió a regresarse por el oscuro y solitario camino real, al otro día encontró el falso cerrado y al traspasarlo de nuevo, una voz le hablo detrás del Corozo diciéndole ciérralo bien viejo. Ese relato se lo escuche de viva voz a don Santos y créanlo o no, hay quienes aseguran que Felizola aún continúa cuidando de su propiedad.
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