Originario de la China es un árbol perteneciente a la familia de las saliceas, conocido por sus largas y flexibles ramas que casi tocan el piso, teniendo una apariencia triste, llorona y de desolación. Se dice que la infusión de su corteza causa el mismo efecto a una aspirina, pues es un analgésico y antipirético natural que desinflama y reduce la sensación de dolor. En Caracas se le podía ver en la plaza las tres gracias ubicada en los Chaguaramos parroquia San Pedro, antes de ser talados los tres árboles por trabajadores del Ministerio del Ambiente; que causaron sorpresa entre vecinos y asiduos visitantes a dicha plaza. Su sombra y frescor cobijo a miles de enamorados que juraron amor eterno y otras promesas a sus parejas, según los vecinos, de los troncos de los sauces llorones han empezado a retoñar ramas que prometen un futuro esperanzador. Caracas rodeada de Sauces, Apamates, Chaguaramos, Araguaneyes que sirven de sustento a bandadas de Guacamayas, loros y pericos que vuelan sobre la antigua ciudad de los techos rojos, que hoy inundada de altas edificaciones las recibe junto a sus pobladores con agrado y sorpresa. Volverán los sauces a llorar de felicidad cuando tengamos una Caracas más humana y en libertad.
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