EL SECUESTRO DE TERRAZAS DEL AVILA

 También conocida como masacre de terrazas del Ávila, fue en principio un asalto, luego se convirtió en una toma de rehenes en las residencias  "Refugio" de dicha urbanización, ocurrió el 15 de abril de 1996 y se prolongó por más de veinte horas. Los hampones serian identificados como: Hernán López Ortuño, condenado por el homicidio del Grande ligas Gustavo Polidor y fugado de la cárcel y Julio Cesar Castro otro delincuente con amplio portuario policial; Las víctimas fueron las hermanas Lorena y María Magdalena Monagas. El secuestro causó un saldo de dos muertos, un secuestrador y una de las hermanas, tres policías heridos, uno de los cuales quedaría parapléjico y al igual como el secuestro del Urológico San Román la acción de las policías fue muy criticada, por la descoordinación y la falta de buenos mediadores en las negociaciones para el rescate de las secuestradas. Los medios televisivos hicieron un show durante la transmisión en vivo de los acontecimientos y hasta prometieron ayudar a cumplir las exigencias de los plagiarios, por suerte una llamada de "Hernancito"a su señora madre , fue interceptada por los organismos de seguridad, quienes logran dar con la dirección de la señora, de inmediato la ubican y la traen al lugar, para que trate de convencer a su hijo para que se entregue a la policía. Las súplicas de la madre del secuestrador dan resultado,  Hernancito pistola en mano y con Lorena Monagas sale y logra ser detenido y resguardado por agentes de PTJ; el otro delincuente ( Julio Cesar Castro ) sintiéndose traicionado por su cómplice, de inmediato abre la puerta del apartamento, utilizando a María Magdalena como escudo y logra disparar contra los efectivos policiales, resguardados en el pasillo, del piso del edificio, resultando 3 policías heridos. Las negociaciones se trancan y el comisario Lazo Ricardi junto al fiscal Iván Darío Badel deciden que es hora del asalto al apartamento,  luego de más de 20 horas de negociaciones fallidas y ante la negativa del secuestrador de entregarse de manera pacífica. Se procedió a colocar un explosivo C-4 en la puerta principal del apartamento, simultáneamente al estallar el mismo, entraron por la puerta y las ventanas funcionarios de la Disip y de la PTJ, el secuestrador se encontraba sentado en la poceta, utilizando a su rehén como escudo, en la acción, disparos iban y venían causando heridas tanto a la rehén, como al delincuente, ambos fueron trasladados al hospital Domingo Luciani del llanero, pero ambos murieron a consecuencia de las heridas recibidas.