Aún se le puede ver patrullando la orilla de la lagunita del patio, nunca anda sólo y siempre anda haciéndole los favores a todas las patas del la casa. Nació de una huevada que encontré cerca del tapón de la lagunita, al parecer a la madre se la comió una baba, pues plumas y restos del pico fue lo que encontramos cerca del nido. Me traje 8 huevos y se lo pusimos a una culeca y al poco tiempo nacieron los patitos, un sólo macho y siete hembras y desde entonces han nacido más de 50 patos criollos. El padre de todos es el pato viejo que ha pesar del tiempo sigue brioso y bravo como siempre. En las mañanas vuela alrededor de la laguna y luego aterriza en medio y se viene hasta la orilla, donde lo espera el harén, allí pasan toda la mañana buscando alimento y bañándose, al medio día se vienen hacía la casa y se ubican bajo los topochales donde ponen sus huevadas.
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