Contaba mi abuelito la leyenda de la mujer que sanaba a los enfermos, por allá en el Caserío los Leoncitos en Tinaquillo. A cambio debía recibir una colaboración según decían en dinero o en animales, velas o Tabacos para hacer la curación. También hacía jurar tanto al paciente como al acompañante que siempre fueron las madres, esposas o hermanas del que nunca podrían revelar ni el lugar ni tampoco en que consistía el supuesto ritual o ceremonia de sanación y en caso de que lo hiciesen la enfermedad volvería tanto al paciente, como al que reveló tal secreto. En los Leoncitos para esos tiempos reinaba la ignorancia y muchos decían que era una bruja, otros comentaban que era una enviada del señor y otros aseguraban que sólo era una vividora y charlatana. El caso es que según la leyenda la mujer sanaba a todos los enfermos que trataba, descubrieron que las ceremonias las hacía en el viejo cementerio y día tras día venían a visitarla de muchos pueblos vecinos en busca de ayuda. Rufina la chismosa de Los Leoncitos había dado a luz y pequeño bebé nació con problemas de asma y sufría para poder respirar, la madre escéptica acudió con EUFEMIA la curandera y esta prometió sanar al niño de la enfermedad respiratoria, le pidió tres gallinas negras, velas, Tabacos y le pidió mucha discreción y advirtió de no hacer comentario por nada del mundo, esa misma noche el muchachito pudo respirar bien por primera vez. La chismosa se fue feliz y agradecida por la curación. Así pasaron unas semanas y la chismosa ya no aguantaba y la lengua la traicionó, contándole a varios vecinos donde y como fue todo y hasta llegó a poner en duda la advertencia de la SANADORA. Al siguiente día el bebé volvió a ser atacado por el asma y ella que hasta entonces fue siempre sana, también le costó respirar y esa misma noche tanto ella como su bebé murieron asfixiados. Luego de esto los vecinos le tomaron miedo a EUFEMIA y decidieron incendiar su rancho con ella adentro. Cierto o falso? Leyenda, mito o realidad?.
0 comentarios:
Publicar un comentario