La Falsa Bruja de Clarines

Corrían los años 80 en la población Anzoatiguense, mientras la bruja Gladis y su comadre Teresa engañaban a sus clientas. Ambas se conocían de la ciudad de Caracas, donde se hicieron amigas y cómplices para despojar fácilmente de dinero, a esposas abandonadas por sus maridos y que la falsa bruja prometía devolverlos mansos como corderitos. El plan consistía en que Teresa la chismosa del pueblo y que conocía la vida de todo el mundo, les hablaba de Gladis y les aseguraba que era una Sacerdotisa con el poder de ver el pasado, presente y el futuro. Las hacía tomar una cita previa con la falsa iluminada de un día para otro, mientras tanto ella le informaba a su cómplice absolutamente todo de la vida de la mujer que vendría a su consulta. Las angustiadas esposas se sorprendían ante la exactitud de la bruja, en todo lo que les decía veía en el tabaco con respecto a sus vidas, Les sacaba mucho dinero también enviándoles baños, envasados en botellas que Teresa preparaba y que les hacía llegar a Gladis en secreto. Así estuvieron estafando a: esposas, madres, enfermos e incautos que habían puesto su fe en la falsa bruja y su cómplice. Pero como reza un dicho, el que obra mal de igual manera le irá. Resulta que un niño pillo a Teresa una noche, llevando las numerosas botellas al consultorio de Gladis y este lo comento a su madre, quien de inmediato comenzó atar cabos junto a tantas clientes inconformes. Pues ella acertaba en las lecturas del tabaco, pero a pesar de los baños y despojos que está les enviaba y aplicaba, ni los maridos regresaban ni los enfermos sanaban. Un buen día comenzaron los rumores en contra de la falsa bruja y su amistad oculta con la chismosa de Clarines, estas ya puestas en aviso decidieron escapar del pueblito, antes de ser víctimas de las furiosas mujeres que habían sido estafadas por el par. Donde fueron a parar, nadie lo supo pero cuidado están en su pueblo, engañando y estafando a tanto inocente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues a mi no me sacarían ni medio, ya que nunca he creído en brujos,ni amuletos, ni nada que se le parezca. Sólo en Dios está mi existir. Ojalá no hayan agarrado para Valle de la Pascua.

Unknown dijo...

Vivencias de pueblo,nunca faltan avispados y quien les crea. Buena lectura!

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