En Corozal desde hace mucho tiempo se escuchan los aullidos de perros asustados, siempre sucede luego de las 3 de la madrugada y la gente comenta que es cuando pasa la muerte o como también le dicen, el hombre de negro. Petra Zambrano asegura haberlo visto por la ventana de su cuarto, asegura que anda con una jauría de más de 30 perros que también aúllan aterrorizados, celebrando que alguien pronto morirá en el pueblito. Casualidad o no, pero cada vez que esto ocurre mueren tres o cuatro vecinos, los últimos fueron Don Nicasio que murió de infarto, Doña Águeda que falleció unos días después repentinamente y Luis José que se desnuco al caer de su bestia. Los escépticos dicen que son casualidades , pero los ancianos de Corozal saben que esto viene sucediendo desde siempre, la señal son los aullidos desesperados de los perros en los patios y también los lloros de la jauría que recorren las calles por donde habrá velorio. Créanlo o no, aún en pleno siglo XXI siguen ocurriendo estos hechos curiosos en los pueblos, caseríos y lugares lejanos de nuestra geografía.
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