La Mujer de dos Caminos

Según mi compadre Alfredo el monto guardia en la alcabala de dos caminos, cuenta que por casi un año estuvo ahí destacado cuando fue guardia nacional. Dice que vio muchos heridos y también fallecidos, a causa de tantos accidentes automovilísticos, pero asegura que hubo algo que lo alejó de ese trabajo y específicamente de esa alcabala, el ESPANTO de Lorena. Ella era una vendedora de comida de la zona, tenía un pequeño kiosko donde vendía: empanadas, arepas, mondongo, café, cigarrillos y una que otra chuchería. Todos la conocían pues se crio ahí mismo, ayudando a su abuelita. Una noche un gandolero ebrio se estrelló contra el kiosko, destrozándolo y matando a Lorena al instante, y aporreando a otras personas que estaban comiendo en el lugar. Esa noche el trato de socorrerla, pero quedó partida en dos del impacto. El comenta que luego de aquella desgracia, nada fue igual, el lugar permanecía sólo y con poca luz, de repente el espíritu de la muchacha comenzó aparecer en el lugar de los hechos. La gente la veían y venían asustados al puesto de comando, una noche cuenta el compadre que se estaba quedando dormido tras 48 horas en servicio, de repente lo sacudieron del brazo, dice que abrió los ojos sobresaltado y era Lorena que le decía tirate al piso, tirate al piso, el dice no estar seguro si fue que el que se lanzó al piso, o fue la muerta que lo arrojo. Acto seguido un carro que pasaba frente al puesto disparo varias ráfagas de balazos, matando a un guardia e hiriendo a otro, para luego darse a la fuga. El nervioso trato de responder al fuego sin éxito. Luego otra noche justo a las 3 de la madrugada, mientras hacía un recorrido, la pudo ver claramente vestida de blanco, se le erizaron todos los bellos del cuerpo, cuando pasó frente a el y lo miro con una mirada demasiado triste. Esa fue la última Guardia en dos caminos, al mes pidió la baja.

0 comentarios:

Publicar un comentario