Pasó El tiempo en el fundo el Sapo, los trillizos sólo se dedicaron a producir: carne, queso, maíz y sorgo ; trabajaban desde tempranito hasta el sol de los ARAGUATOS. Roberto caso con Flor María aún a pesar de que sus padres no lo aceptaron del todo, igual hicieron ROMUALDO con Lucia y Reguló con Clarita. Ahora en el fundo vivían algo apretados pero como dice el dicho " juntos más no revueltos " ya casi nadie los nombraba " Los Araguatos" ahora todos los llamaban los CAZADIEGO al igual que a sus señoras. Mientras tanto llegaban rumores de nuevos robos de ganado y asaltos en los caminos y caseríos cercanos; las autoridades sospechaban de los trillizos , aunque los cuatreros eran de la población del Sombrero y los comandaba un tal Negro Aparicio. Este delincuente sabía de la existencia de los hermanos y de su fundo, donde había mucho ganado de raza y además padrotes de calidad; El negro Aparicio planeó visitarlos y quitarles el ganado o cobrarles una vacuna mensual. Un domingo cuando venían hacía el pueblo para la misa, se toparon en la entrada del Socorro con los delincuentes, estos los reconocieron de inmediato; Aparicio se les acerco y ellos desconfiados le respondieron el saludo sabiendo las intenciones del delincuente. Dejaron a las esposas en la Iglesia y se regresaron al Sapo junto a los cuatreros, al llegar al fundo el viejo Cipriano que era llanero malicioso, de inmediato contó a 15 hombres armados y comprendió a que venían; Los trillizos se miraban y sin pronunciar palabra alguna se entendieron al pelo. Había que defender su tierra, su ganado y sobre todo la nueva vida que habían decidido emprender con sus mujeres; El líder de la banda les hablo claro y les advirtió o pagan las vacunas o pierden todo. Ellos les pidieron unos minutos a solas para discutir el asunto, de inmediato buscaron aquel pertrecho de armas que tenían ocultas dentro de la casa grande y sin pronunciar palabras de advertencia la respuesta se las dieron a balazos. Murieron 7 cuatreros, incluyendo el Negro Aparicio, pero en la refriega cayó muerto el viejo Cipriano quien defendió con su vida a sus muchachos. LOS otros cuatreros huyeron en el camión que andaban; de inmediato los vecinos dieron aviso al jefe civil quien llegó luego de una hora con unos policías que lo que hicieron fue desarmar a los que se defendieron y se los llevaron detenidos. Al cabo de unos días soltaron a los trillizos CAZADIEGO quienes no pudieron asistir al entierro de Cipriano; luego junto a sus señoras decidieron poner en venta el fundo y mudarse a tierras de Apure, donde según cuentan aún siguen con vida junto a sus familias. En el pueblo del Socorro aún muchos los recuerdan como Los Araguatos.
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