Los Cujisales de Genaro

...Había llegado desde el centro del país , con su mujer y sus morochos de 12 años de edad Era el nuevo dueño de una parcela de 20 hectáreas , era terreno plano con un rabito del río Ipire y totalmente tapado en cuji.Su señora nacida en ACARIGUA era emprendedora y no conocía la flojera ni el pesimismo.La parcela estaba bien cercada y la casa estaba en regulares condiciones por lo que decidieron invertir casi todo lo que tenían en 4 vaquillas y un toro algo viejo pero brincador , además compro 8 cabras con su padrote aún joven , a estas le construyeron un corral con piso de madera alejado unos 25 cm de la tierra, al mismo le pusieron techo y sólo le dejaron pocos metros de tierra y sin techar .De inmediato compro una moto sierra y comenzó a deforestar y amontonar , había leído que las maracas del cuji era bueno para sostener el ganado en verano , también sabía por experiencia de amigos que las cabras disfrutaban comiendo las ramas del cuji .Lo conversaron en familia e hicieron un plan , los animales se alimentarian de lo que abundaba en la parcela. Los morochos se encargaban de traer las ramas cortadas por el padre , al corral y el ganaito siempre estaba bajo los cujisales alimentándose y bebiendo en el riachuelo.Asi lograron capear aquel primer verano en su nueva parcela , Dominguito trajo su máquina y se encargó de sacar los troncones de los grandes árboles, los amontonaron y lograron limpiar casi 10 hectáreas , que fueron sembradas de pura paja y algo de maíz. El invierno llegó algo tarde , pero fue excelente para la parcelita recién cultivada.Hoy GENARO lo recuerda luego de varios años , valió la pena el cambio de la ciudad al campo dice contento .Su esposa que ya sabía hacer queso llanero , lo combina con el queso de las cabras que se han reproducido de manera bárbara con partos de hasta 3 cabritos , las vacas también parieron y los morochos por primera vez se alejaron de la computadora y los juegos de violencia. Sin duda agarró el TORO por los cachos y con la ayuda de su familia lograron parte de sus sueños , aún quedan los cujisales y como dice el dicho : si tienes limones aprende a ser limonada.

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