Doña Úrsula una señora de 90 años, que vive en San Vicente me contó esta curiosa historia y aquí se las presentó. En la plancheta un caserío del lugar comenzaron aparecer NUDOS en las crienes de las bestias al igual que en sus colas. A todos les extrañaba tal situación pero nadie tenía una explicación para lo que parecía obra de un o unos bromistas, además a las mujeres y niñas de cabellera larga le amanecían NUDOS y trenzas, y todos se asustaron pues nadie en su sano juicio podía imaginar quién era el responsable, pero Eustaquio el más anciano del caserío recordó que cuando el tan sólo era un niño, algo similar ocurrió; entonces se reunió con todos los habitantes de la planchar y les contó de quien sospechaba, además comenzaron a colocar ramas de olivo y sal en cada puerta y ventana de cada casa y construyeron una especie de gran establo donde guardarían todas las bestias y una noche se escondieron cada quien con su linterna y su bolsita de sal, y esa misma noche lograron atrapar al pequeño hombrecito de cabellos blancos, este se resistía a pesar de ser tan aparentemente débil y frágil. Luego lo metieron en una jaula y fue mostrado a todos los vecinos quienes lo hicieron prometer que se iría lejos y jamás volvería a tejer los cabellos ni hacer aquellos terribles NUDOS, pregunté si era cierta la historia y la doñita la confirmo y aseguró que el duende cumplió su palabra de no volver aunque siguen colocando las cruces de olivo y los rastros de ajo, sobre puertas y ventanas.
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LOS EXTRAÑOS NUDOS
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Historias y algo mas es un anhelado proyecto cuya finalidad no es otra que dar a conocer nuestras costumbres, mitos y leyendas nacionales y por supuesto también publicar mis propias historias de espantos y aparecidos, así como temas que sea del interés de todos aquellos que deseen una lectura amena e interesante.
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