Relatan los ancianos del poblado, que cada 30 de agosto a punta de la media noche, una extraña procesión sale desde el viejo cementerio y recorre las calles, hasta desaparecer frente a la antigua Iglesia. A la cabeza de la misma comentan, van el padre Tinedo y el padre Pernía, junto a ellos Nicanor el callado monaguillo. También los esposos Villena, dueños de la primera bodega de Ortiz " la espuela de oro", a su lado tomados de mano van Sebastián y Carmen Rosa, Marta y su esposo Panchito. También se pueden ver a la señorita BERENICE con un rosario entre sus manos, Hermelinda va dirigiendo el coro de las Teresitas del niño Jesús. En el medio de la caminata vienen juntos el señor Cartaya y Epifanio, Pericote y Petra socorro vienen tomados de manos, y el coronel Cubillos acompañado de Juan de Dios el policía. El negro Guereguere viene cargando la Santa. Con el, Celestino marcha cabizbajo. De último van Juanita Lara, Elenita y Lucinda, escoltadas por Olegario. Luego al llegar cerca de la plaza, es el turno de las hijas de María que rezan calladas a su patrona Santa Rosa para conseguir la paz eterna. Quienes cuentan la historia finalizan diciendo, que luego todos regresan en silencio hasta llegar al cementerio, donde dicen que reposan sus restos.
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