Según los llaneros del Guárico, existe una vieja leyenda sobre los huevos de la suerte. Consiste, en quien los encuentre abandonados en cualquier mogote matorral o nido, será bendecido con la buena suerte. Fue el caso de don Jacinto que una tardecita venía del río, de repente lanzó la mirada sobre algo muy blanco que sobresalía en un mogote. Al acercarse observó que eran 5 huevos extremadamente blancos, de una cáscara durísima, el ni corto ni perezoso los tomo y los colocó dentro de su viejo sombrero. Una vez en casa se los mostró a Juliana su mujer, estuvieron de acuerdo que eran de gallina y aunque les provocó hacerlos en revoltillo, al final decidieron dejarlos dentro del viejo Cogollo. el otro día en la mañana su sorpresa fue enorme, pues habían nacido 5 pollitos. Eran de una belleza extraordinaria y no había ni rastro de las cáscaras, de seguro se las habían comido de apoco. El doncito los colocó en un viejo cajón de madera, ya a la semana sus tamaños eran el de una gallina adulta. Los esposos sorprendidos decidieron colocarlas en el viejo gallinero alimentándolas de puro maíz, y de lombrices extraídas de la tierra. Lo curioso fue, que cada día las gallinas ponían 3 huevos cada una para un total de 15 posturas por día. Desde entonces los ancianos se alimentan mejor, venden suficientes huevos en el pueblo, para adquirir otros alimentos y medicinas. Su bello plumaje las hace únicas, además con ellas regresaron la platica, la abundancia y la salud. Sera cierto lo de la leyenda o pura casualidad?
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