En los guayabos del campo los pericos hacen fiesta, disfrutando de las cargas de ricas y dulces frutas. Julio es donde arrecian los aguaceros y los pericos caras sucias y caras limpias, ya pusieron su huevos y empollaron sus crías. Se les ve en las entradas de los comejenes regurgitando la rica pulpa para ofrecerla a sus polluelos ya emplumados, que llenan sus buches desesperados. Loros reales también comen las guayabas y caminan pasando de rama en rama en total silencio, paraulata, turpiales, arrendajos, azulejos, canarios y hasta el hermoso sangre de toro disfruta del festín escuchando los cantos y algarabía de las otras aves. Es una fiesta de sabores y colores en la sabana reverdecida y como cosa curiosa los llaneros son los únicos en no disfrutar de la rica fruta. Guayabita sabanera...que abundas en el llano...como siempre alimentando...al perico y sus paisanos.

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