El año pasado apareció un hermoso padrote en estas sábanas, estaba joven, muy brioso y brincaba a cuanta vaquilla le gustase. También saltaba las cercas como si fuera venado y luego se perdía cruzando los potreros, apareciendo días después nuevamente. Sin duda era un hermoso BRAHMAN al cual no se le distinguía el hierro, los vecinos y yo mismo comenzamos a indagar y nos enteramos que dicho padrote era propiedad del general Rondón, su nombre era Manzano y lo habían traído desde las sábanas de Arauca. El problema era que no lo paraban corrales ni cercas. Así deambulo unos meses por estos lados, haciéndoles el favor a muchos, de llenarles sus vacas con los genes de tan noble y puro padrote. Cada vez venían a preguntar por Manzano y si lo encontraban cerca, batallaban hasta enlazarlo y llevárselo arrastras entre varios llaneros curtidos. Pero un buen día nos llegó la triste noticia, encontraron su cabeza clavada en una vara y algunas de sus vísceras esparcidas cerca del río. La miseria humana de nuevo había cobrado la vida de un gran padrote, su único pecado fue ser salvaje y no aceptar un POTRERO como corral . Así como Manzano que saltaba cercas y no lo paraba soga ni corrales, es la llanura misma: inmensa, salvaje, libre, no tiene ni principio ni final...Bendita llanura inmensa...en la cual estoy de pie...cabalgando tus calcetas...recorriéndote otra vez...Así fue el toro Manzano...con su casta y altivez...nada pudo detenerlo...ni al derecho ni al revés...sólo el hambre y la miseria...del malvado roba res...que robándose lo ajeno...sigue atacando cada vez.
0 comentarios:
Publicar un comentario