Justino Pérez vivió toda su vida donde llaman Soledad, Caserío cercano al Chaparro estado Anzoátegui. Era muy conocido por todos por esa tierras, pues se dedicó desde muchacho a la elaboración de instrumentos musicales tales como: Arpas, Cuatros, Bandolas, Guitarras etc. Sin duda fue un excelso artesano moldeando la madera, elaborando instrumentos muy solicitados por músicos nacionales e internacionales. Su esposa Cenaida y sus hijos Mundito y Fabián, eran los encargados de ofrecerlos y distribuirlos a nivel nacional. Hasta tenía su marca registrada en cada instrumento, total eran gente humilde de condición pero tenían buenos ingresos y habían agrandado la casa y hasta camionetas habían adquirido. Resulta que de un día para otro le comenzó un dolor en el pecho, una mañana cuando su señora le llevo el café al chinchorro estaba muerto. La noticia se regó por todo el pueblo y para el velorio comenzaron a llegar músicos y copleros de todo el llano, para rendirle homenaje a tan insigne Artesano. Esa noche mientras era velado en el patio de su casa, el conjunto del maestro Pancho Arias comenzó el homenaje con una quirpa recia y de inmediato lo siguió otra y luego una periquera y después un tres por derecho. La gente triste pero a la vez agradecida por el gesto de tantos músicos y copleros, que de inmediato comenzaron a improvisar versos enalteciendo la noble labor del difunto. De repente en el fragor de la música comenzó todo el mundo a bailar y a rastrillar aquel patio. Hasta la viuda echaba un pie y los hijos medios prendidos no sabían si llorar o bailar. Sería media noche cuando cuentan quienes presenciaron el velorio, que JUSTINO se salió del cajón y agarrando a una comadre que pasaba se puso alborotar la tierra al compás de un joropo recio. Bueno cuentan que todo el mundo salió corriendo con excepción de los músicos, que como si estuvieran en el titánic seguían tocando con más ganas. Cuentan que el muerto amaneció bailando como nunca lo había hecho en vida, pues no hacía más que trabajar día y noche. Luego al parar el conjunto musical el difunto y que volvió al cajón y se quedó quietecito, su comadre que hacía de pareja, cayó largo a largo desmayada. En el transcurso de la mañana vino el médico forense y certificó que Justino está vez si estaba muerto.


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