Anoche ya bastante tarde sonó el teléfono de mi casa aquí en Caracas, mi esposa salto sobresaltada a tomarlo , pero yo le gane la carrera y ansioso trate de descubrir la voz que me saludaba por el auricular. Pensé era mi nuera que se comunicaba para darme alguna noticia de seguro no tan buena, por la hora que era, pero era la comadre Agripina Viloria de cuyo hija soy padrino, luego de disculparse por la hora ( 12 de la media noche ) apenada me confeso que lo intento durante todo el día pero por los cortes eléctricos que suceden a diario, era muy difícil las comunicaciones y menos el Internet. EL motivo de la llamada era a ver si era posible enviarme una lista de artículos que estaba necesitando y por supuesto me depositaria el dinerito, de una vacas vendidas en días pasados y que se las llevará cuando tuviese viaje para el pueblo de donde es oriunda mi señora y en donde vive mi hijo con su familia. Al preguntarle porque no compraba allá lo que estaba necesitando , me responde que los precios de la comida es muy alto, las vacunas, desparasitantes, tópicos para los animales los venden en dólares, fíjese compadre me comenta , que hasta los pasajes para ir del pueblo hasta el campo, los cobran en dólares, también usted ha visto? Los remedios no se consiguen y si los encuentra no hay como pagarlos. Mi señora se pega al teléfono para también escuchar la jarana de la comadre, las calles están oscuras y llenas de huecos con agua, por tanta lluvia que hasta aguachina el maíz sembrado con tantas penurias, los perros pasan las noches ladrándole al silencio y a los malandros que acechan los patios y se roban bombonas, ropas, bicicletas y lo que consigan mal puesto. La Alcaldesa y que tiene el Covid y brilla por su ausencia, los campos paralizados, pues casi no llega gasolina al pueblo y cuando llega los ricos la compran toda, o los vivos la comercian en divisa; el Internet es muy poco y la escasez y el hambre azotan zaraza y caseríos vecinos. Compadre si puede tráigame esas cositas, pero tenga cuidado en la alcabala de la guardia que esta en CLARINES, pues al primo Froilán le quitaron la comidita que traía desde Caracas y no hubo manera se la devolvieran, así me advierte la comadre el como están las cosas en la Carretera y en la otrora Atenas del Guárico. Zaraza está acabada compadre y da dolor ver a tanta gente en miseria, pidiendo en las puertas de las casas, un bocadito de algo para comer, el gas doméstico no llegó más y la leña nos salva.
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ZARAZA ESTA ACABADA
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Historias y algo mas es un anhelado proyecto cuya finalidad no es otra que dar a conocer nuestras costumbres, mitos y leyendas nacionales y por supuesto también publicar mis propias historias de espantos y aparecidos, así como temas que sea del interés de todos aquellos que deseen una lectura amena e interesante.
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